Diana y Carlos se conocieron en una cafetería acogedora del centro de la ciudad de Monterrey. Diana, una apasionada del arte, estaba absorta en su cuaderno de bocetos, dibujando las vibrantes vistas urbanas que se extendían frente a ella. Mientras tanto, Carlos, un ingeniero con una pasión por la fotografía, estaba inmerso en su cámara, capturando los detalles pintorescos de la cafetería.

Fue el aroma del café recién hecho lo que los llevó a entablar conversación. Compartieron risas y anécdotas sobre sus pasiones compartidas, descubriendo una conexión instantánea entre ellos. Pasaron horas interminables conversando sobre arte, fotografía y sus sueños más profundos.

A medida que el tiempo pasaba, su amistad se convirtió en amor. Carlos le propuso a Diana unirse a él en un viaje fotográfico por Europa, y ella aceptó emocionada. Juntos exploraron las calles empedradas de París, los canales de Venecia y los majestuosos paisajes de la Toscana, capturando momentos preciosos con sus cámaras y creando recuerdos que durarían toda la vida.

Al regresar a casa, decidieron que querían compartir el resto de sus vidas juntos. Carlos le propuso matrimonio a Diana el 8 de Abril del 2024 en el mismo café donde se conocieron, entre risas y lágrimas de alegría. Con el sonido de la lluvia golpeando suavemente las ventanas, Diana aceptó con un rotundo sí.

Ahora, están ocupados planeando su boda, inspirados en su amor por el arte y la fotografía. Cada detalle, desde las invitaciones hasta la decoración, refleja su historia única y su profundo amor el uno por el otro. Y así, en un día soleado de primavera, Diana y Carlos se preparan para comenzar el próximo capítulo de su aventura juntos, con un "sí" que durará para siempre."